Si ha habido un deportista que ha inspirado a toda una generación, especialmente a la nacida entre mediados de los 80 y principios de los 90, ese es Rául González Blanco.
Fuimos muchos los que crecimos viendo sus goles en el Real Madrid. Allí fue donde debutó siendo un niño y se convirtió en el eterno capitán, el 7.
Ver jugar a Raúl era un aprendizaje continúo. Nunca llegó a ser el mejor en nada, pero gracias a su esfuerzo y sacrificio llegó a ser el mejor en todo, dejando un legado que siempre será recordado.
En este artículo queremos hacerle un homenaje compartiendo todo lo que pudimos aprender de él.
1. Nunca hay que rendirse.
Si estaba Raúl en el campo había esperanza, eso era así. Daba igual el minuto que fuera, él siempre estaba corriendo. Aunque que fueran perdiendo y no tuvieron prácticamente opciones de ganar, él seguía intentándolo. De esta forma conseguía que el resto del equipo siguiera luchando.
2. Estar siempre preparado y en el sitio adecuado.
Era quizá una de sus mayores virtudes. El más listo de la clase. Muchos de sus goles los metía porque estaba en el sitio qué había que estar.
Como decía Woody Allen el éxito es estar ahí:
El ochenta por ciento del éxito consiste en estar allí.
3. Trabajar más que nadie.
Muchos profesionales recuerdan que Raúl era uno de los que más entrenaba.
Para rendir en el momento adecuado es imprescindible que estemos preparados, y eso se consigue haciendo el trabajo duro que nadie ve.
Como anécdota, lo que cuenta Arbeloa en esta entrevista
Un día en la pretemporada de Innsbruck, con el Madrid, salimos todos del gimnasio y nos dieron orden de dar un par de vueltas y a la ducha. Nos pusimos a trotar los canteranos en grupete y pasó Raúl al lado como un avión diciendo: «Si fuese por mí os ibais todos a Madrid». Y tú piensas: ¿pero este tío? Ahora, cuando tú eres el veterano, lo entiendes todo.
4. Responsabilidad.
A Raúl no le temblaba el pulso a la hora de ser el que tenía que dar la cara. Era el capitán y hacía lo que tenía que hacer. Si fallaba asumía las culpas, pero nunca fue un jugador que se asustará en los instantes decisivos.
Uno de los momentos más recordados de su carrera fue ese penalti que falló ante Francia, pero una cosa está clara:
«Un penalti solo puede fallarlo el que se atreve a tirarlo»
5. Profesionalidad.
Siempre correcto. Fue un jugador que se limitó a jugar alejándose de todo lo que no fuera fútbol. Si se dudaba de su rendimiento, nada de quejas, lo que el hacía era trabajar más.
6. Pasión.
Raúl por encima de todo amaba el fútbol.
Esto quedó demostrado cuando tuvo que marcharse del Real Madrid, el club en el que lo había vivido todo y en el que probablemente le hubiera gustado retirarse. Era consciente de que su edad no le permitiría rendir a un nivel óptimo para ser titular, por eso se fue. Él quería seguir jugando a fútbol y exprimir sus últimos años.
7. Constancia para lograr las metas.
No debemos tener prisa para alcanzar nuestras metas, pero tampoco podemos relajarnos. Raúl era un claro ejemplo de que partido a partido, gol a gol, se podía lograr todo.
Un éxito rápido siempre puede llegar, pero las grandes trayectorias se consiguen habiendo dado lo mejor de ti día a día.