A todos nos cuesta, más o menos, exponernos a interactuar con desconocidos. “Al que algo quiere algo le cuesta” diría mi abuela. A mí me merece la pena superar ese miedo porque sé que al hacerlo me esperan experiencias muy enriquecedoras.
Ahora bien, cuanto mayores sean nuestras habilidades sociales más disfrutaremos esos momentos.
-Yo no estoy de acuerdo, porque si desarrollas mucho tus habilidades sociales pierdes esa inocencia que…
-¡Seguridad!
Bien, como decía, en tanto más dominemos ese arte más fácil nos será conocer a la gente y más capacitados estaremos para ver y aprovechar lo que esa experiencia puede aportarnos.
Si, como a mí, también a ti te gusta conocer gente y querrías aprender a hacerlo cada vez con más soltura, ahí van algunas claves para que puedas ponerte manos a la obra. Ójala te sean útiles.
- Disfruta.
Esto es lo más importante. No tienes que demostrarle nada a nadie, estás ahí para pasártelo bien. Ese es el objetivo primordial. Haz solo lo que te apetezca.
- Haz cosas que te gustan.
Esto es obvio, pero hay más: evita hacerlas con conocidos, ve sol@. Cuando vamos con amigos normalemente estamos menos abiertos a conocer a gente. Acude sol@ a hacer cosas que te gustan e inevitablemente terminarás por conocer a gente con la que tendrás muchas cosas en común. Sin quererlo desarrollarás tus habilidades sociales.
- Escúchales.
Interésate por ellos, por lo que les gusta, por lo que han hecho en su vida. Cuanto más sepamos de esa/s persona/s, más allá del mero placer de conocerla/s, más recursos tendremos a la hora de interactuar con ella/s.
- Conecta los datos que tienes.
Cuando estés interactuanco con un grupo de personas, trata de fusionar, de mezclar, de traer al recuerdo algo que contó alguien y relacionarlo con aquello de lo que está hablando esta otra persona ahora. Busca los puntos en común que pueda haber entre vosotros, eso ayudará a que aumente la confianza.
- Sentido del humor.
¿A quién no le gusta reírse? Si tienes sentido del humor aprovéchalo también para generar confianza y buen rollo. Juega con lo obvio (si no tienes sentido del humor no leas esto, ve directamente al punto número 6):
-¿Puedo bajar la ventanilla del coche?
-No, está prohibido.
Aunque hagamos este tipo de bromas educada y cortésmente, si fuese necesario podemos verbalizar que era una broma. A veces la línea que separa la burla de la broma inocente puede ser delicada. Cada persona reaccionará de forma diferente a cada broma.
- Tratar de encontrar un tema de conversación del que os apetezca hablar a todos los presentes.
O al menos a la mayoría, y echáis al resto.
Es broma.
Cuanta más información mejor, como decía antes, pues mejor conocerás a los demás y más fácil te será intuir de qué podría gustarles hablar.
- Utiliza blablacar.
Esta manera de viajar con personas que al principio no conoces, te servirá para socializar. No te va a quedar más remedio :).
- Practica con llamadas telefónicas.
Podemos tomárnoslas como una especie de simulación de una interacción física, aunque sean llamadas a familiares o amigos, nos ayudarán igualmente a potenciar nuestros instintos sociales.
- Haz preguntas directas.
Siempre y cuando haya cierta confianza, y siempre con delicadeza (un ejemplo sería hacerlo del siguiente modo: “¿Puedo preguntarte el motivo por el que te dedicas a esto?”) con tal de intentar conocer lo mejor posible a la gente.
- Conviértete en alguien que crea vibraciones y energía positiva en los demás.
Por ejemplo, si coincides con personas que se conocen entre ellas puedes preguntarles de qué se conocen, así estarás evocando seguramente un momento muy especial en sus vidas.